No sé muy bien cómo, pero sí, se puede, se puede. Tiene su historia. Aunque yo creo que lo que de verdad odias, amor, son las clases a las ocho de la mañana y los textos de Alan Bennett...
Me imagino cruzándome por la calle con ese bote de leche y lanzándole una mirada furibunda y penetrante, con música de duelo al amanecer en el salvaje oeste.
Bueno, va, ya dejo de interponerme entre tanto cariñito (aunque a veces da la sensación de que es la única forma de que uno se lleve algo, porque esto de la sequía se está extendiendo a algo más que al clima...).
4 comentarios:
Lo siento, cariño, pero odio tanto ese bote de leche, ¡que prefiero creer en Dios!
NOTA: ¿Te has fijado en lo imposible que es hacerle el boicot a Nestle?
Un beso.
¿Cómo se odia a un bote de leche?
No sé muy bien cómo, pero sí, se puede, se puede. Tiene su historia.
Aunque yo creo que lo que de verdad odias, amor, son las clases a las ocho de la mañana y los textos de Alan Bennett...
Me imagino cruzándome por la calle con ese bote de leche y lanzándole una mirada furibunda y penetrante, con música de duelo al amanecer en el salvaje oeste.
Bueno, va, ya dejo de interponerme entre tanto cariñito (aunque a veces da la sensación de que es la única forma de que uno se lleve algo, porque esto de la sequía se está extendiendo a algo más que al clima...).
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