domingo, 4 de junio de 2006

Basado en hechos reales

- Hola, sabes quién soy? ...No, claro, con estas pintas y el color del pelo... Pero seguro que te acuerdas, hace unos años, no demasiados, tú desde luego estás más guapo ahora, bueno, quizá no más guapo pero sí más atractivo, sabes? Ese punto interesante que da el paso del tiempo, aunque pareces más triste y nostálgico, no sé...
Éramos jóvenes y locos, y una noche en La Latina me preguntaste si era extranjera, húngara o así, porque tenía cara de húngara, dijiste, a saber de dónde te sacaste eso! Quizá alguien te dijera que era una buen método para ligar, el caso es que casi funciona y no tuve más remedio que echarme a reír. Húngara yo, cómo se te ocurre!
Y reímos los dos y unas copas más tarde nos bañábamos en la fuente de una placita desierta, como si aquello fuera la Cibeles, y nos abrazamos mojados y felices, y luego dormí en tu casa, en una cama estrechísima, y cuando amanecimos delante de un café con leche nos juramos amor eterno...
Luego volvimos a quedar un par de veces, nos colábamos en cines viejos y nos mirábamos a los ojos en la oscuridad de la proyección, te acuerdas?
Y una vez te empeñaste en explicarle a un camarero, haciéndote el indignado, que el postre no era el que habíamos pedido, y tras una pequeña discusión, nos miró como si estuviéramos chiflados y se fue a buscar al encargado. Entonces me cogiste de la mano y aprovechamos para desaparecer de ese restaurante caro sin pagar, y fuera me compraste piruletas de colores y una bolsa de esas palomitas que tienen azúcar por encima...
Te acuerdas? Yo creo que éramos más ingenuos y despreocupados, pero también más felices... Ah, bueno, y lo mejor de todo era que a veces me...

- Disculpe señorita, pero creo que se ha equivocado de persona.

- ...

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