Londres es una ciudad cara y ultracompetitiva, llena de gente cool y de gente que se cree cool y de miserables dormitando em las esquinas, rezando para no amanecer muertos de frio. Es una ciudad siempre con prisas, desprovista de escrupulos, sin acento en los teclados, humeda e inclemente. Un paraiso lleno de luces parpadeantes que apuntan al cielo y gritos de neon que no se apagan nunca.
Si, ya he llegado. Londres va a ser mi cuidad durante los proximos meses. Solo tengo, de momento, un trabajo provisional, una beca Erasmus que dudo me permita sobrevivir mas de dos semanas, una habitacion casi vacia y muchas ganas de patearme las calles en busca de algo que apacigue mis demonios. Sumergirme, bucear, que se yo.
Me lo tomo como un viaje iniciatico. Quiza no sea tan dificil meter mi vida en un par de maletas, respirar hondo y dejar atras diecinueve anyos de madura inexperiencia. Al fin y al cabo, se trata de empezar de nuevo, constuirme otra vida, reinventarme cada manyana.
Quiza lo verdaderamente dificil sea tener que volver desde tan lejos, en unos meses, y descubrir que no soy la unica que ha cambiado.
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1 comentario:
¿Y a dónde hay que enviarte un teclado apañó? Es casi un sacrilegio leerte sin acentos...
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